Iniciativas para seguir sumando

Inspirarse, inspirar a otros. Aportar ese granito de arena para un mundo mejor. Esa es la propuesta que hace cuatro años repite Vamos a Zoomar con charlas movilizantes, de donde surgen proyectos y soluciones a distintas problemáticas sociales.

En esta edición 2018, la iniciativa que tuvo origen en Misiones y ya fue exportada a Corrientes a partir de la unión de la ong Techo y la empresa Familia Bercomat, sumó un nuevo espacio: la plaza seca del Centro de Conocimiento que funcionó como lugar de encuentro, selfies, espectáculos artísticos y stands de los proyectos sociales  seleccionados.

Maestra de vida

En esa línea, de los 20 proyectos inscriptos este año,  fueron seleccionados cuatro: Pequeño Mundo Apóstoles, Vórtix, Un sueño para Misiones y A casinha da maestra quien finalmenter resultó ganador del premio Grandes Zoomadores. A casinha da maestra, surgió en la escuela 324 del Paraje km9, en Colonia Aurora. Allí, la docente Marisa Biechteler lucha hace 25 años contra la deserción escolar en una zona tabacalera, donde se empieza a trabajar muy joven y no le ven sentido a terminar los estudios.

Desde A casinha..., Marisa impulsa charlas con profesionales, jornadas artísticas y toda actvidad que pueda inculcar a la comunidad la importancia de la educación y la apertura al mundo. “Estudiar te cambia la vida”, reza el lema de los creadores de este proyecto, quienes entienden que deben contemplar el entorno y no sólo enseñar conceptos teóricos.

Marisa no sólo creó este movimiento cultural sino que también trabajan con familias de la zona en condiciones de pobreza extrema y con la aldea Ará Poty.

Personalidades con historia

En tanto, dentro del Teatro Lírico se sucedieron en el escenario distintas personalidades.

Mateo Salvatto, por ejemplo, creador de Háblalo, una aplicación para personas con dificultades para comunicarse. El joven de 19 años se plantó muy seguro y con conceptos claros sobre el manejo de la información en internet y disertó sobre cómo podemos ayudar a quienes más lo necesitan desde la tecnología. En diálogo con los medios, detalló que a través de estas convocatorias pretende abrir el debate, para que quienes tienen una discapacidad, por ejemplo, encuentren en la tecnología, cada vez más herramientas. Más entrada la noche, Ariel Muslera (economista que ayuda a vender proyectos de base tecnológica) relató  su labor desde su compañía Blockchain y el valor de internet.

Paola Torres, en tanto, habló del empoderamiento femenino, desde Misiones y  Estela Aguirre, en un ida y vuelta con Mariano Peluffo, conductor del evento, afirmó que “nos merecemos algo mejor” y contó cómo trabaja desde su barrio, Familias Unidas, para conseguirlo. Enfocada en seguir siempre hacia adelante, Estela expandió su idea de “ponerle un impuesto a las promesas”. En una charla nacional de la fundación Techo, la mujer entendió que en toda el país los problemas en los barrios son los mismos y se pueden mejorar cuando los vecinos se unen y hacen valer sus derechos, diluidos en tanta promesa de funcionarios.

Kossa Nostra y Gastón López Canción fueron quienes distendieron el ambiente desde sus representaciones y Daniel Fersztand, instructor del método DeRose le aportó el toque zen a toda la jornada de charlas.

 Desde el deporte, Pilar Geijo (tetra campeona mundial de aguas abiertas) y Analía Zacarías, representante misionera de BMX contaron sus superadoras historias de vida y también animaron a creer y a no bajar los brazos.

Más artísticos, Miguel Galperin (músico director del Centro de Experimentación del Teatro Colón), y Yonathan Adamchuk, fotógrafo misionero por el mundo,disertaron sobre transformar la cultura. 

Andrea Casamento (fundadora de la Asociación Familiares Detenidos de Cárceles Federales) dio una exhaustiva visión de cómo funciona el sistema carcelario en Argentina, algo que vivió de cerca luego de que su hijo fuera apresado injustamente. Quien dijo presente para sumar sobre concientización vial fue María Elena Magri, coordinadora en Misiones de la campaña Estrellas Amarillas.

Así, una vez más, la propuesta misionera dio el puntapié para que cada uno, desde donde pueda, mejore el mundo, su mundo, aunque sea un poco.