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Inflación el enemigo sin control

domingo 22 de abril de 2018 | 6:00hs.
Inflación el enemigo sin control.
El gobierno nacional no le encuentra la vuelta y ya es la principal preocupación de los argentinos. La situación se agrava con los tarifazos y crece el malestar social.
El gobierno nacional no le encuentra la vuelta y ya es la principal preocupación de los argentinos. La situación se agrava con los tarifazos y crece el malestar social.
Apenas acuñada la primera moneda en el mundo, comenzó el problema de la inflación que, como ahora, golpea con dureza y sin piedad los bolsillos de los argentinos. En el antiguo Imperio Romano, tuvieron serios problemas de pérdidas del valor de sus monedas emperadores como Calígula, Claudio y Nerón. Del mismo modo que en la antigüedad, ahora todos los economistas debaten cómo poner freno a este fenómeno económico. En los años 300 después de Cristo, surgió el primer plan antinflacionario, del que todavía el gobierno nacional no quiere hablar.
La historia demuestra que muy pocos gobiernos de Argentina lograron mantenerlo a raya. Hasta esta semana, en el caso del gobierno comandado por Mauricio Macri, se venía insistiendo que la inflación sería doblegada con comodidad y que no superaría el 15 por ciento.
A menos de cuatro meses de este año, ya la inflación demostró que no es sencilla de controlar y amenaza con superar -sin muchos obstáculos- esa barrera, al ubicarse en promedio en un 7 por ciento en lo que va del año.
Hasta el equipo de los sueños del gobierno nacional que prometía arrasar con este problema, el dream team presidencial, tampoco está logrando ponerle un freno y todo indica que está  de regreso esta conocida enfermedad endémica para la economía nacional.
La inflación es endémica en el país, porque afecta con frecuencia y arrasa todo, especialmente a los asalariados.  
Ahora comienzan a sentirse los reales síntomas, entre dolores de cabeza para los funcionarios, dolores de panza para los usuarios que hacen números para llegar a fin de mes y un malestar generalizado, porque la población viene aguantando cada vez menos, los aumentos dispuestos por el gobierno nacional en tarifas, servicios y hasta en educación.
Todo aumenta, con excepción del salario que el Gobierno decidió poner techo prometiendo que la inflación era una tarea sencilla para controlar y había que situarlo en el orden del 15 por ciento.

Primeros reconocimientos
Finalmente, esta semana fue el titular del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, quien terminó admitiendo que se llegó a “un número de inflación de marzo que no era el que estábamos esperando”, al plantear que “la inflación del trimestre no fue la que queríamos”.
Sturzenegger, de esta manera, fue el primero en reconocer los efectos que padecen los usuarios y consumidores de todo el país. “Entendemos que hubo shocks bastante importantes, como por ejemplo que el Gobierno haya concentrado los aumentos de precios regulados en estos cuatro meses”.
En la misma línea, el Fondo Monetario Internacional a través de Christine Lagarde, en medio de llamativas sonrisas, estimó que el país terminará el año con 19,2 por ciento de inflación.
Es decir, un porcentaje muy superior a la pauta establecida por la administración de Macri, que apuntaba a que no superaría el 15 por ciento.
Sin embargo, economistas que no estaban alineados al Ejecutivo nacional ya venían insistiendo que la inflación promediaría el 20 por ciento durante este año.
Si bien no se habló de un plan antinflacionario, hubo una lluvia de críticas desde la oposición en el Parlamento argentino,  respecto a la política de alzas de tarifas de servicios públicos, que elevan el nivel inflacionario.
La solución del gobierno nacional, respondiendo a los altos costos del gas a los porteños, es que deben pagar las boletas en cuotas. Fue un mal trago para los radicales, que intervinieron y esperaban conseguir otra respuesta.

Números locales
En el caso de los combustibles, en Posadas, desde enero 2017 a la fecha, aumentó siete veces, lo que implica que se elevó el 46,2 por ciento en quince meses.
Esto hace que mucha gente opte por cruzar al Paraguay, que con ese accionar  amplían las asimetrías comprando diversos productos.
Lo mismo sucede en ciudades como Puerto Iguazú. Desde la Ciudad de las Cataratas, los vecinos para llegar a fin de mes, cruzan el puente para hacer las compras en Brasil, donde algunos productos llegan a costar 50 por ciento más barato.
De allí, la insistencia de las entidades y cámaras como sucede en Iguazú de pedir la reglamentación del artículo 10 de la ley de pyme u otras medidas de fondo, que realmente beneficie a zonas fronterizas.
Los coletazos también reciben ciudades como Eldorado, donde se quejan por la inflación creciente y de sufrir las asimetrías con los países vecinos.
El analista macroeconómico Juan Francisco Campodónico, en entrevista con El Territorio, sostuvo que en mayo se sabrá si el Gobierno logró doblegar la inflación, aunque indicó que el estimado del 15 por ciento podría ser una realidad recién en diciembre de 2019, porque este año culminaría en el orden del 21 a 22 por ciento de inflación.
Similares porcentajes, estiman las encuestas  que acompañan el presente informe, que además reflejan en números las consecuencias de los aumentos de las tarifas, de bienes y servicios y los efectos de esta ola inflacionaria en Misiones.

La evolución de los precios
La evolución promedio de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares se ve reflejada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y en la provincia, por el Instituto Provincial de Estadística y Censos de la Provincia de Misiones (Ipec). Ambos organismos de medición presentan los análisis de la variación del IPC nivel general, por categorías y bienes y servicios tanto el correspondiente al total nacional como para la región Noreste.
Desde el Ipec se indica que el acumulado anual (marzo 2018-diciembre 2017), la división que presenta mayor variación en el IPC nivel general es la educación con un 23,0% de aumento; le sigue la división vivienda, agua, electricidad y otros combustibles con un 10,6% y transporte con el 10,3%. Por otra parte, la división con menor variación fue prendas de vestir y calzados con un 0,2% de incremento acumulado anual.

ATE Indec sobre el deterioro del poder adquisitivo
Un informe de ATE Indec da cuenta de cómo se aceleró la caída del poder adquisitivo de los estatales durante los dos años de gestión macrista. “Tras cierta recuperación posterior a la crisis 2001/2003 (sin que se haya nunca logrado recobrar el poder adquisitivo previo a la mega devaluación), los salarios del Estado nacional han perdido la carrera contra la inflación durante los últimos años. No obstante, bajo la gestión de Cambiemos esta pérdida de poder adquisitivo se ha acelerado y parece no tener fin”, plantea el informe.
Pero además, “este deterioro del poder adquisitivo no se da sobre salarios astronómicos, como muchos quieren hacer creer, sino sobre ingresos de bolsillo que se ubican por debajo de cualquier estándar aceptable”, añadieron desde ATE.

El salario comparado a otros países
Si no fuera por la galopante inflación, Argentina justificaría el primer lugar de la lista que ocupa en cuanto a salario mínimo. El año pasado, la inflación en el país superó el 21 por ciento, ahora en menos de cuatro meses ascendió a 7 por ciento del 15 por ciento que estima el Gobierno cerrará la inflación este año. Diversos economistas entienden que superará ese porcentaje y podría volver a ubicarse alrededor del 20 por ciento. La base salarial parte de 9.500 pesos, lo que se hizo oficial de parte del gobierno de Mauricio Macri, en julio de 2017 y está previsto que en julio de este año, llegue a 10.000 pesos. Está claro que con el Salario Mínimo, Vital y Móvil, según la Ley de Contrato de Trabajo, no se puede asegurar lo que determina la ley que es una remuneración mínima que un trabajador debería recibir para asegurarse para sí y su familia una vivienda digna, alimentación adecuada, salud, educación, indumentaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión social.
Para tener un parámetro de la región representa unos 500 dólares, cuando el promedio es de 355 dólares comparado a Brasil, Colombia, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.  Pero, la inflación promedio en estos países, excepto Argentina, fue el año pasado del 5,40 por ciento. Por su situación actual, Venezuela tiene el peor registro, cerró el año 2017 con una inflación de 1.369 por ciento y un salario base de 74 dólares. Paraguay, no tiene grandes problemas inflacionarios. Allí está vigente desde junio del año pasado, 371 dólares (unos 7.420 pesos) el salario mínimo. Lo mismo sucede en Chile, con una inflación de 2,10 por ciento el año pasado, estableció un ingreso mínimo de 456 dólares (9.120 pesos). Brasil, tiene una inflación baja de 2,50 por ciento y un salario mínimo escaso al estimarse en 325 dólares.
Por Antonio Villalba
avillalba@elterritorio.com.ar
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