Estudian a los robles para descubrir por qué viven tantos años

miércoles 20 de junio de 2018 | 4:00hs.
Estudian a los robles para descubrir por qué viven tantos años
Estudian a los robles para descubrir por qué viven tantos años
El roble es uno de los árboles que alcanza una vida muy larga, en promedio viven de 200 a 300 años, pero algunos alcanzan el milenio. Por este motivo, un grupo de investigadores ha decidido secuenciar y analizar el ADN del roble común (Quercus robur) para saber por qué son tan longevos. Los resultados han sido publicados en el último número de la revista Nature Plants.

Los árboles suelen enfrentarse a todo tipo de peligros a lo largo de su vida, tanto bióticos como abióticos. Por esto, analizar el ADN —y compararlo con el genoma de otras especies— puede dar una pista de si existen mutaciones o genes determinados que ayuden a los árboles a ser más longevos. ¿Qué hace que los robles tengan una vida tan larga?

En Trends in Plant Science se publicó en 2014 un artículo de opinión que abordaba, según explica al medio Hipertextual la experta en biotecnología vegetal Rosa Porcel, el tema de la inmunidad de los árboles. “Los autores proponían tres mecanismos no exclusivos por los que las plantas pueden hacerse viejas sin anticuerpos”, comenta. Estos mecanismos eran: “Tener unos genes de defensa numerosos y bien diversificados; una gran familia de genes R, es decir, genes de resistencia a las enfermedades y, por último, acumular mutaciones somáticas que puedan ser transmitidas a la descendencia”, enumera la biotecnóloga.

“En este artículo que publica Nature Plants, se han abordado estos tres aspectos y confirman los mecanismos sugeridos en 2014. Posiblemente la gran longevidad del roble se deba a una combinación de estos tres mecanismos”, explica Porcel.

Uno de los estos mecanismos es el de más mutaciones somáticas, pero ¿qué son? “Todos los seres vivos pueden experimentar una mutación en su ADN. Si no afectan a las células germinales (que darán gametos o células sexuales) son mutaciones somáticas y aunque serán transmitidas a las células que se deriven de la célula mutada mediante la mitosis, en teoría, no se transmitirán a la descendencia”, explica Porcel.

Sin embargo, los autores del estudio han descubierto algo curioso: “En el caso del roble, estos investigadores han identificado mutaciones somáticas que son transmitidas a la siguiente generación”, confirma la biotecnóloga. El sistema inmunitario de los robles, por tanto, juega un importante papel en la longevidad de estos árboles, según explican los investigadores de este estudio.

¿Y cómo han descubierto todo esto los investigadores? “Han utilizado como material de estudio un roble que había servido en otros estudios previos (ya estaba bien caracterizado a nivel genómico y genético) y han usado técnicas de secuenciación y bioinformática principalmente para poder identificar características en su genoma que pudieran correlacionar con la longevidad de los árboles”.

“Hay un gran trabajo de enorme complejidad”, señala Porcel sobre la investigación. “Nunca una investigación está terminada, de manera que siempre hay aspectos que se pueden seguir estudiando”, concluye la biotecnóloga.