“El impacto se ve si el baile surge del corazón”

domingo 27 de mayo de 2018 | 5:00hs.
“El impacto se ve si el baile surge del corazón”
“El impacto se ve si el baile surge del corazón”
Sin titubear, sin un atisbo de duda, Yamila Viana (37) comenta lo que significa la danza en su vida mientras camina por Time Square, en la iluminada y frenética Nueva York, rumbo a su hogar. “Cuando el cuerpo está alineado con el alma y las emociones todo sale bien. Yo me comunico bailando, no puedo hacer otra cosa. Vivo a través de la música y ella vive a través de mi vida”, sostiene.
Yamila es posadeña y hace ocho años se mudó a la Gran Manzana donde su sueño de vivir de la danza se sigue haciendo realidad. Sin embargo, antes tuvo que recorrer un largo camino.
Comenzó desde muy chica en la Escuela de Danzas de la Provincia y con los estudios de ballet con la profesora Liliana Dal Ri en el Centro Español. A los 18 fue seleccionada para formar parte del Ballet Folclórico Nacional, en el que estuvo por diez años y llegó a ser primera bailarina.
Antes de emprender rumbo hacia Estados Unidos vivió por dos años en Venecia, Italia, donde trabajó como directora artística de un espacio cultural organizando actividades de tango. Hace dos años puso su academia de baile, la NYC Tango School donde personas de diversos países del mundo aprenden esta danza por la que es reconocida la Argentina.
“Tengo alumnos de todas las culturas, acordate que esta es una ciudad multicultural. Vienen de la India, Francia, China, Australia”, contó esta posadeña que además recorre varias ciudades norteamericanas dando clases de este género. 
Sobre por qué decidió elegir el tango, seguir perfeccionándose y enseñarlo, la bailarina sostiene: “Desde mi punto de vista el tango es terapéutico, en este país la gente no se conecta con nada. Entonces fuera de la Argentina el tango es una terapia, les permite parar y conectar con el otro reunirse. Este trabajo con la gente lo veo como un trabajo social, lo veo como un aporte a la sociedad”.
Yamila siempre tuvo bien en claro que lo que quería era vivir de la danza, de su pasión. Fue por eso que el momento de cambiar de ciudad y de país lo atravesó con total naturalidad.
“Lo viví muy natural. Siempre estoy bailando y haciendo lo que me gusta. Cada cultura tiene sus formas y sus cosas; cada una me aportó algo distinto y yo también le aporté. De Misiones a Buenos Aires fue un cambio total de ritmo, pero estaba en mi país. En este tiempo tuve que aprender inglés, también italiano”, recuerda.
Hace tres años que Yamila no visita la tierra colorada, sin embargo, no tiene tiempo de extrañarla. Las actividades en su academia o viajando por el país enseñando el 2x4 abarca casi toda la agenda de sus días.
“Es cuando llego a Misiones que me doy cuenta que la extraño. El otro día me levanté a las 5 de la mañana y pensé en quién sería la única persona que estaría despierta a esa hora. Entonces llamé a mi papá para tomar mate con él, nos pegamos una mateada por WhatsApp por una hora. Esas cosas son las que extraño”, dice a El Territorio en una llamada también de WhatsApp en una lluviosa tarde en la Gran Manzana.

Cuerpo y alma alineados
En sus años de integrante del Ballet Folclórico Nacional, junto a sus compañeros apoyó la aprobación de la Ley Nacional de la Danza, objetivo que hasta la actualidad no fue conseguido. Por eso, lo conseguido en la provincia en octubre del año pasado fue celebrado a nivel nacional. Noticia que también llenó de alegría a Yamila quien sostiene que Misiones tiene artistas de mucha calidad.
“Llevo muchos años viviendo de esto, con la danza alcancé muchas metas. Así que a los chicos que quieren hacer esto les digo que bailen, que bailen y que bailen. Si realmente es una pasión tienen que perfeccionar su técnica. El impacto se ve si el baile surge del corazón, cuando el baile es auténtico, es fácil captar al otro”, recomienda la bailarina posadeña que triunfa en tierras estadounidenses. 

Por María Elena Hipólito
sociedad@elterritorio.com.ar