El Gobierno brasileño y camioneros llegan a un acuerdo para tregua de 15 días

Después de una reunión que duró más de siete horas, el gobierno brasileño aceptó una serie de reivindicaciones impuestas por representantes de los camioneros. En cambio, los trabajadores dieron quince días de tregua al Palacio del Planalto.

El gobierno propuso mantener la reducción del 10% en el valor del diesel durante los próximos 30 días (15 más que el anunciado por Petrobras). La diferencia será compensada por el Tesoro.

Además, asegura una periodicidad mínima de 30 días para reajustar el precio del diesel en la refinería, también con compensación por parte de la Unión a la estatal.

El ministro de la Casa Civil, Eliseo Padilha, inició la rueda de prensa anunciando el acuerdo y destacando que sólo el presidente de Unicam, José Araújo China da Silva, no firmó el término del acuerdo.

El ministro de Hacienda, Eduardo Guardia, explicó que el costo de arcar con la congelación de precios para el Tesoro será del orden de R $ 350 millones. También afirmó que el gobierno nunca pidió a Petrobras que modificara su política de precios, que oscila de acuerdo con el mercado.

Reunión tensa

La reunión fue tensa, según fuentes involucradas en las negociaciones. A pesar del acuerdo, el presidente de la Asociación Brasileña de Camioneros (Abcam), José da Fonseca Lopes, salió antes de la reunión antes del final, reiterando que los cerca de 700 mil camioneros representados por la entidad no van a dejar las carreteras mientras el proyecto de ley que, reduce PIS / Cofins sobre el diesel no se aprueba sancionado.

La Unión Nacional de Camineros tampoco firmó el acuerdo. El gobierno montó un gabinete de crisis para lidiar con la huelga de los camioneros.

El gobierno montó un gabinete de crisis para lidiar con la huelga de los camioneros. Los principales ministros del presidente Michel Temer se reunieron con representantes del movimiento hasta el inicio de la noche para intentar llegar a un acuerdo.

El presidente Michel Temer mantuvo contacto directo con el ministro de la Casa Civil, Eliseo Padilha, para dar aval a las negociaciones celebradas en el Palacio del Planalto mientras estaba de viaje a Río de Janeiro. Temer dijo a los parlamentarios que estaban en la comitiva oficial que "no era hora de" protagonismos "sino de ayudar al país a encontrar una solución, consignó O Globo.