El Bichi hizo la revolución

Lucas todavía corretea por las nubes de la gloria. Ingresa en la máquina del tiempo y se instala en su 25 de Mayo natal, cuando -como cualquier chico del interior- perseguía su anhelo: ser futbolista.

Con ayuda de papá Odilo se las ingeniaba para tener una pelota a mano o al menos un elemento similar. Y siempre había un as bajo la manga. “Las primeras pelotas eran de media, jugaban en el patio; después ya iba a comprar solo. Cuando nos dábamos cuenta venía sonriendo con la ‘caprichosa’ bajo el brazo”, recordó su papá.

Esa sonrisa con tinte misionero cruzó el Atlántico y plantó bandera en Finlandia. Allí, hace poco más de una semana -el sábado pasado- Lucas López García -El Bichi- se coronó campeón de la Copa de ese país, ocasión en que su equipo, el Inter Turku, le ganó al más grande de ese Estado, el HJK, en su propia cancha por 1-0.

“Esta es como la Copa Argentina, ganamos invicto todo el torneo, no perdimos un partido; jugué siete de ocho partidos. Hice dos goles y di siete asistencias”, resumió el zurdo, quien proyecta a lo grande: ser campeón “nos da la posibilidad de jugar la pre Europa League el año próximo”. Mientras, apostará de lleno a la Liga, que recién se va acomodando. Van siete fechas y todavía restan 25.

La emoción todavía se extiende. Y en ese cúmulo de sensaciones aparecen quienes siempre estuvieron, en las buenas y en las malas... desde ese llamando que nunca llegó de Boca, el paso por Estudiantes de La Plata, la explosión en Guaraní, hasta ganarse un lugar en el fútbol europeo.

“Quiero dedicárselo a mi papá. Es el que más quería que esté acá para festejar conmigo”, se desahogó el deportista misionero.

Es que papá -en la época de Bichi en la Franja- mil y una veces fue a verlo con un auto que se vivía rompiendo y llegaba “con las manos sucias de grasa al estadio; pero jamás faltó, siempre estaba haciéndome el aguante. Este título es todo de él”, exclamó.

Con su primer logro a nivel profesional, toda la emoción contenida hasta este momento se desbordó. Se sintieron en las palabras de Bichi, quien no desvió la base que sostuvo este logro: “Es todo para él, toda mi familia me apoyó desde el primer momento; pero mi papá es el que más me ayudó. Y la complicidad y amistad que tenemos es fantástica”.

Insistió en que “siempre toda mi familia está pendiente y disfrutan las alegrías y sufren las tristezas como los que más. Y mi mujer (Yanina) desde acá que va a todos los estadios”.

Además de papá, mamá Teresa y los hermanos Diego y Pablo, “hay mucha gente, el pueblo en general siempre está pendiente. Estando lejos es más difícil pero siempre están y por eso siempre llevo esa bandera que dice 25 de Mayo; es una manera de devolver el cariño que siempre nos brindan a todos los que representamos a ese hermoso pueblo”.