De personaje de la noche posadeña y hábil ladrón a abusador infantil

domingo 22 de abril de 2018 | 6:00hs.
Unos 300 policías lo tuvieron cercado más de 24 horas.
Unos 300 policías lo tuvieron cercado más de 24 horas.
Hace exactamente una semana, esta misma página era ocupada por un aberrante caso de rapto y abuso sexual cometido en perjuicio de una menor de 6 años en Pozo Azul.
Desde ese punto hasta hoy, transcurrieron siete días frenéticos, en los cuales la niña presentó leves signos de evolución y su presunto atacante terminó muerto, luego de mantener en vilo a la provincia durante largas horas. El final del sospechoso identificado como Franco Emanuel Sotelo fue tan estridente y vertiginoso como su propia vida.
Es que, con solamente 24 años, Sotelo fue capaz de transformarse primero en un “hábil ladrón” -como lo catalogó su ex abogado defensor- que golpeaba en casas de ricos, que obtenía onerosos botines y que siempre conseguía ser excarcelado. Y las al menos quince causas que registraba en Misiones desde el 2014 así lo confirman.
Sotelo poseía domicilio registrado en el barrio Cristo Resucitado de San Pedro, pero también vivió en Posadas, donde se lo solía ver en conocidos boliches y rodeado de personajes habitúes de la noche posadeña.
El joven aparentaba ser uno más entre los tantos asistentes a un boliche. Su prontuario, hasta ese momento, solamente era conocido por sus víctimas, en su mayoría del interior de la provincia.
Sotelo registra antecedentes por hurtos millonarios cometidos en Eldorado, Puerto Iguazú y Puerto Rico, aunque su último golpe fue apenas un mes antes de todo este revuelo y fue en Entre Ríos, donde lo acusan de haber le sustraído una importante cantidad de relojes de marca y joyas al segundo gerente del banco de esa provincia.
Sin embargo, desde el ataque presuntamente cometido en Pozo Azul, Sotelo se transformó en la persona más buscada de la provincia y, en tiempos de redes sociales, la sociedad lo condenó prácticamente al instante.
Su rostro acaparó tanto los portales informativos como así también Facebook, Twitter, Instagram y cuanta red social hoy esté en boga. Las características del hecho cometido y las aristas que envolvían a su figura, lo transformaron rápidamente también en la persona más cuestionada de Misiones.

101 horas de tensión
El muchacho mantuvo a la provincia en vilo durante un total de 101 horas, aunque -fiel a su estilo o por simple obra del destino-, aún después de muerto siguió levantando polémica.
Las hermanitas de 6 y 11 años fueron interceptadas el sábado de la semana pasada mientras iban de una despensa a hacia su casa sobre la ruta provincial 20, en Pozo Azul.
Según testimonios recogidos, habría sido Sotelo quien, a bordo de un Volkswagen Gol blanco, se detuvo y golpeó a las niñas con fierro para alzarlas consigo al vehículo.
La mayor de las nenas logró escapar, mientras que su hermana fue tomada cautiva y abandonada luego en Santiago de Liniers, a 35 kilómetros de allí. Cuando la hallaron, confirmaron lo peor: había sido abusada sexualmente.
El domingo por la tarde ubicaron al sospechoso en el barrio Los Kiris de Posadas y desplegaron un operativo para detenerlo, pero Sotelo tuvo la ayuda de un suboficial de la Comisaría Primera, quien alertó a un familiar suyo del procedimento y eso posibilitó su fuga.
Por los techos del barrio, el sospechoso huyó hasta ingresar a una casa cercada donde pasó la noche y robó una chaqueta y una corbata.
El lunes por la mañana, fue visto en Garupá y eso activó un operativo pocas veces visto en la provincia. Al menos 300 efectivos policiales rodearon un radio de cinco hectáreas al antiguo puente sobre el arroyo homónimo.
Sotelo, aparentemente, pasó esa noche oculto en el monte. Hasta que el martes todo llegó a su final.
Mientras nadie lo esperaba, el muchacho fue visto por un sereno de la zona, el cual alertó a la Policía y allí se inició una persecución que culminó con Sotelo atropellado mortalmente por un camión mientras intentaba cruzar la ruta 12, en cercanías al ex complejo bailable 622.
La muerte de Sotelo generó una alud de comentarios de las redes, prácticamente todos negativos, violentos y en favor de su trágico final.

Balazo y polémica
Pero eso no fue todo. Tras una primera autopsia, el cuerpo de Sotelo era velado por sus familiares cuando estos notaron orificios de bala en su cuerpo y lo denunciaron inmediatamente.
El cajón con sus restos fue secuestrado, precintado y enviado nuevamente a la Morgue Judicial. Allí, un grupo de experimentados forenses realizó una segunda necropsia en la cual efectivamente detectaron un proyectil alojado cerca de la columna.
Las sospechas recayeron sobre la Policía, pero todo se disipó cuando se confirmó que el proyectil era calibre 22, distinto a las municiones utilizadas por las fuerzas de seguridad, que generalmente son de 9 milímetros.
Según el último estudio, este disparo es reciente y efectuado a corta distancia. Develar este punto es sobre los pesquisas ahora se concentran. La sospecha se posa por ahora en un posible sereno  que se haya topado con él en algún interín de sus días en clandestinidad.
El balazo ingresó por la zona perianal (cerca del recto) y quedó alojada en la última costilla próxima a la columna.

Calibre 22
En este punto, no es la primera vez que no se advierte una herida de bala producida por un proyectil calibre 22 y el antecentende de este tipo tuvo consecuencias muy graves.
Fue en el caso de Guido Kachuk (17), el adolescente que fue baleado en un intento de robo cometido en 2011 sobre la avenida Lavalle de Posadas.
En aquella circunstancias, el joven recibió un balazo de calibre 22 y fue trasladado hasta el hospital Madariaga por su familia, pero nadie -ni sus familiares, ni los enfermeros ni médicos- advirtió la herida de bala.
Así, el muchacho permaneció varias horas aguardando atención médica para otro cuadro de salud y cuando finalmente detectaron que tenía una bala en el abdomen, fue tarde.
En el debate por este caso declararon varios peritos balísticos, quienes describieron las características del calibre 22, el cual tiene poco alcance, poca penetración y generan orificios, tanto de entrada como de salida, pequeños.
“Como perito uno sabe cuándo es un orifico de proyectil y cuándo no lo es. Hay que tener en cuenta que el impacto de entrada se produjo en una zona blanda, no ósea, que es donde se va a notar mucho más. En la zona blanda la piel es elástica y húmeda, con el impacto la piel se rompe y vuelve a cerrarse”, explicó un perito al declarar en el juicio de Kachuk en ese entonces, cuando le consultaron si era posible no advertir el balazo que el muchacho presentaba.

Lesión en el codo
En la segunda autopsia, también se detectó una herida en el codo de Sotelo, cuyo origen aún no pudo determinarse. Las fuentes indicaron que podría ser correspondiente un balazo, pero también podría deberse a alguna lesión provocada en el impacto con el camión.
Para determinar esto con mayor claridad, se ordenaron nuevas medidas tendientes a encontrar rastros de pólvora en la herida para establecer que efectivamente haya sido un disparo. Estos resultados tardarían varios días más en conocerse.

Cumpleaños y campaña de donaciones
Este domingo no será un día más. Hoy cumple años la menor de las hermanitas atacadas en Pozo Azul y esta  tarde se desarrollará un encuentro en el paseo Bosetti para recibir donaciones para la familia afectada.
Es que la niña, quien continúa internada en el Hospital de Pediatría de la capital provincial, al igual que su hermana de 11, tiene otros cinco hermanos que quedaron en Pozo Azul al cuidado de una tía y todos necesitan de colaboración de la comunidad para sobrellevar el difícil momento.
La iniciativa surge de parte de un grupo de madres del San Basilio y se desarrollará entre las 15 y las 18 de  hoy. El que no pueda asistir al Bosetti, puede acercar sus donaciones al Hospital de Pediatría, consignaron.
Respecto a su estado de salud, la buena noticia llegó el viernes, cuando despertó del coma y rápidamente se puso en contacto con su madre. “Se muestra lúcida, tranquila y colaboradora”, informaron las fuentes.

Aristas pendientes
Autoría
Sotelo continúa siendo el principal sospechoso del ataque a las niñas en Pozo Azul. En su contra tiene los testimonios de los testigos del hecho en Pozo Azul y un automóvil Volkswagen Gol con manchas de sangre en su interior. Cuando las pericias genéticas culminen y detecten coincidencia entre esos rastros de sangre y el de las niñas, podría comprobarse efectivamente su autoría.

Balazo
Que el proyectil hallado en su cuerpo haya sido de calibre 22, prácticamente deslinda a las fuerzas de seguridad. Se ordenó un relevamiento de testigos en la zona de Garupá para dar con aquellas personas que aseguraron haber oído disparos en la zona. Hasta el momento, la principal hipótesis es que Sotelo pudo ser baleado por un sereno, aunque todo es prematuro. La herida en el codo aún no pudo comprobarse que sea un disparo o una lesión provocada en el impacto con el camión.

Policía colaborador
El suboficial Hugo P. (48) continúa privado de su libertad. Está imputado por encubrimiento agravado por su condición de funcionario público, que contempla una pena de hasta tres años de prisión efectiva. Su abogada solicitó su excarcelación, pero fue rechazada.
Por Jorge Posdeley
fojacero@elterritorio.com.ar