Caso Pintos: “Con mis propios ojos vi cómo él la golpeaba, hasta en mi casa le pegaba”

jueves 05 de julio de 2018 | 7:30hs.
Caso Pintos: “Con mis propios ojos vi cómo él la golpeaba, hasta en mi casa le pegaba”
Caso Pintos: “Con mis propios ojos vi cómo él la golpeaba, hasta en mi casa le pegaba”
Con la declaración de ocho testigos, de los cuales dos habían quedado pendientes por ausencia en la primera audiencia, se realizó ayer por la mañana en el edificio del Tribunal Penal I de Posadas la segunda jornada del debate oral por el homicidio de María Pintos (44), que fue asesinada a machetazos en diciembre de 2014 en el paraje Cuatro Bocas de la localidad de General Urquiza y cuya responsabilidad por el hecho recae sobre su concubino: Oscar Vera (53).

De todos los relatos, uno de los más importantes fue el de Magdalena Isabel Giménez, una de las hijas de la víctima, quien ni bien tuvo la oportunidad de dirigirse hacia los miembros del tribunal dejó más que claro los constantes episodios de violencia que el imputado ejercía sobre su progenitora.

Con la voz entrecortada por momentos, Magdalena respondió a la pregunta de la fiscal subrogante Amalia Spinnato sobre la agresividad del imputado diciendo: “Él le pegaba con el machete, le reventaba la boca. Ella corría y se iba a mi casa. Yo con mis propios ojos vi cómo él la golpeaba, hasta en mi casa le pegaba”.

Más adelante, la testigo añadió que en una oportunidad, y luego de una de las tantas golpizas, decidió denunciar en la comisaría local a Vera, pero añadió que a la semana la pareja volvió a recomponer la relación. Incluso aclaró que lejos estuvo la posibilidad de que esto sucediera en realidad ya que los hechos de violencia no tardaron en replicarse.

También dijo que en un momento, tres de los cinco hijos que tuvo Pintos con el acusado quedaron a su resguardo y reconoció que a partir de esto esperaba que su mamá pudiera acudir a Alcoholicos Anónimos para dejar atrás su adicción.

Otro familiar de la víctima que tuvo la oportunidad de prestar declaración en el debate fue Silvia Raquel Zicowski, tía de Pintos, quien fue una de las últimas personas que vio con vida a su familiar en el acceso al paraje Cuatro Bocas. Recordó que el miércoles 17 tanto Pintos como Vera estaban aguardando la llegada de su patrón y que la mujer llevaba un machete y una bolsa blanca con una botella de plástico con caña.

“A mi tía se le notaba que estaba empeda y él no sé porque no lo conocía mucho. Yo los veía muy poco y casi no venían a visitarnos”, contó Silvia luego de reconocer las prendas de vestir que la víctima llevaba al momento del último encuentro.

“Me ve y se asusta”

Otro de los testigos citados para la jornada de ayer fue Aurelio Villalonga, un tarefero que mediante su aporte permitió que la Policía pudiera atrapar al imputado.
Sostuvo que el jueves 18 cuando se dirigía a buscar la camioneta de su patrón se topó, a la vera de la ruta, con un hombre que yacía tendido en el suelo junto a un bolso negro.

“Yo venía a pie y cuando paso al lado veo que esta persona estaba durmiendo. El me ve y se asusta y sale corriendo hacia la capuera. Estaba oscuro a esa hora y no lo pude ver bien. Recuerdo que tenía un bolsito pero no recuerdo qué ropa tenía”, contó el hombre.

También dijo que al ver correr al sujeto siguió su camino y minutos más tarde -cuando regresó en camioneta a la zona donde vio al desconocido- se encontró con efectivos policiales a quienes alertó de lo que había visto antes.

Por otro lado, y para conocer los detalles en torno a la participación policial en la preservación de la escena del crimen y la posterior detención del único sospechoso que tiene el caso, los magistrados llamaron a declarar al suboficial principal de Policía Oscar Antonio Lezcano, quien atrapó a Vera en pleno monte, horas después de conocerse el asesinato.

Lezcano contó que mientras caminaban por la ruta se topó con la camioneta en donde viajaba Aurelio Villango, y con el dato que este último aportó decidió meterse junto a varios camaradas en medio del monte.

“Hicimos un radio por la zona dividido en dos grupos y en un momento dado vemos a Vera durmiendo en el suelo. Ahí me abalancé y lo esposamos”, recordó el uniformado quien aclaró que el detenido en ningún momento ofreció resistencia al arresto.

“Cuando lo aprehendí le dije: ‘¿Qué hiciste? Y él me respondió, ¡ya está, no puedo volver atrás, todo fue por el alcohol”, añadió Lezcano, quien además aseguró que lo único que halló cerca del implicado fue una mochila negra con prendas de vestir.

Antes de terminar con su testimonio, el suboficial principal describió que la zona donde fue hallado el imputado es muy cercana a un cruce muy utilizado por vecinos de la zona para ir a Paraguay, lo cual hace suponer que el acusado tenía intenciones de abandonar el país tras el asesinato.

Alegatos y sentencia

Mediante un acuerdo realizado ayer entre la fiscalía y la defensa de Vera -representada por la abogada Ana Amiel- antes de iniciar la segunda jornada, se estableció que para el día de la fecha se lean los alegatos y luego se conozca el veredicto de los magistrados. Todo esto si los tiempos y las testimoniales llegaban a su fin.

Pero ante la necesidad de contar con los relatos de María Rosa Acevedo y Hugo Ortiz, quienes debían presentarse ayer como testigos, se decidió llamarlos por la fuerza pública y se espera que hoy sí se presenten ante el Tribunal.

Por otro lado se dejó contancia que dos testigos que debían compadecer ayer, Derlis Medina y Juan Medina, no fueron notificados del juicio ya que ambos residen en la actualidad en Tierra del Fuego y se desconoce sus respectivos domicilios.

“La mató y después se fue a mi casa”

Lorenza López es hermana de la víctima y el lunes 15 de diciembre de 2014 recibió en su vivienda a María Pintos y su concubino Oscar Vera, ya que ambos tenían planeado realizar trabajos en una chacra de la zona durante varios días. Ayer, en su declaración, la mujer contó que la última vez que vio a su familiar fue el miércoles 17 y que al día siguiente Vera se presentó bien temprano en su domicilio diciendo que María había conseguido trabajo y que debía buscar las prendas que la pareja había dejado en su hogar. “A las 7 vino Vera con un bolso y me dijo que venía a buscar ropa. Agarró la mochila y al rato se fue. Esa misma tarde nos enteramos que mi hermana estaba muerta”, narró Lorenza, quien también recordó que su cuñado dejó varias prendas de vestir tendidas en el tejido de su casa. “Dejó pantalones sucios y se fue. Se ve que la mató y después se fue a mi casa”, dijo la testigo que al igual que su sobrina Magdalena reconoció las prendas secuestradas por la Policía como las ropas que Vera dejó en su vivienda.