Chiperos de Santa Ana en alerta por el avance de la autovía 12

miércoles 11 de julio de 2018 | 6:30hs.
Chiperos del cruce de Santa Ana temen quedar sin trabajo por el paso de la autovía
Chiperos del cruce de Santa Ana temen quedar sin trabajo por el paso de la autovía
El frío se siente fuerte a la vera de la ruta 12, en su intersección con la provincial 103, en Santa Ana. Aquí un nutrido grupo de chiperos, que llegan a los 70 y algunos días casi al centenar, se ganan su sustento diario con la venta de chipa.

Los grupos se dividen en dos y están los que venden con su canasto de manera fija al lado del camino, a la espera de que los vehículos frenen, y los que suben a los colectivos a venderle a los pasajeros y choferes. Hay familias enteras que viven de la reventa del producto que elaboran tres chiperías del pueblo.

Sin embargo, desde hace tiempo la incertidumbre reina en estas personas que no saben qué pasará con ellos una vez que llegue a la localidad la tan mentada autovía 12, teniendo en cuenta que la obra está a pocos kilómetros y avanza a paso firme.

Emanuel tiene 20 años y desde los 13 se para con su canasto en inmediaciones del sector conocido como ‘el cruce’, con el fin de colaborar en la economía familiar. 
“Hace unos meses tuvimos una reunión pero lo único que se dijo es que para los vendedores más viejos habría una especie de indemnización y a los más jóvenes nos van a ubicar en otro lugar”, sostuvo el joven ante la consulta de este medio.

A esa penuria de no saber qué pasará a futuro se sumó la fuerte caída de las ventas en los últimos tiempos: “Hay días que apenas se venden 30 chipas, alcanza cada vez para menos”, añadió Emanuel, que vende cada una a 15 pesos. “Ya se nota la baja en las ventas, nuestra gente que vendía en la zona de Candelaria quedó sin ese trabajo, son diez familias hasta ahora, pero aumentará a medida que la autopista avance”, señalan los chiperos.

De esta manera, los vendedores de la zona temen que pase con ellos lo mismo que sucedió en la primera capital de Misiones, donde el pueblo quedó dividido al medio y quienes se rebuscaban de manera ambulante en la zona ya no pueden hacerlo.

“A nosotros todo esto nos perjudica mucho, nadie nos dice en concreto qué va a pasar, no nos dan ninguna solución”, planteó Elva Aranda. “Esto va a ser una autopista y ya nadie va a parar, no sé qué va a pasar con todos estos trabajadores”, insistió la mujer, quien no ocultó su preocupación en ningún momento. “La venta está pésima; salvo los primeros días del mes, después no se vende casi nada y trabajamos a pérdida”, relató Elva, que se dedica a la actividad hace una década.
De su lado, Luz, otra veterana vendedora de la zona, planteó: “Ya nos reunimos varias veces con las autoridades, con el municipio y con la EBY, pero no nos dan una alternativa concreta a lo que va a suceder y la obra está cerca”.

El temor crece teniendo en cuenta que muchos vendedores son mayores y, de perder esta fuente laboral, no saben qué harán de sus vidas, “se hace muy difícil conseguir un trabajo ahora y más si ya sos grande”.

En principio se prevé en el proyecto de obra que la estación de servicios y los comercios que están en la entrada de Santa Ana permanezcan sin modificaciones. Aunque sí se expropiaría la zona conocida como San Pantaleón, donde se hará la colectora de doble mano y los vendedores que ahora trabajan en el parador de micros deberán salir de allí. “Acá no hay otro lugar que no sea este, en Santa Ana ni terminal de colectivos tenemos”, concluyó la experimentada chipera. 

70

Chiperos. A diario son 70 los chiperos que venden sus mercaderías en la zona conocida como ‘el cruce’. Otros suben a los colectivos para ofrecerle el producto a pasajeros y los colectiveros. Cada chipa cuesta entre 15 y 25 pesos.