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Brasil confirmó 23 muertes por fiebre amarilla e intensifica la vacunación

domingo 14 de enero de 2018 | 5:00hs.
Brasil confirmó 23 muertes por fiebre amarilla e intensifica la vacunación
En dos meses, Brasil busca inmunizar a 20 millones de personas.
En dos meses, Brasil busca inmunizar a 20 millones de personas.
Las autoridades sanitarias brasileñas confirmaron 23 muertes por causa de la fiebre amarilla, 21 óbitos del estado de San Pablo, uno de Minas Gerais y otro del Distrito Federal. Las cifras corresponden al período de enero de 2017 a la fecha, según informaron ayer del organismo central.  
La más afectada por la enfermedad es la ciudad de San Pablo, capital del departamento del mismo nombre, aunque también se registraron positivos en los estados de Río de Janeiro y Bahía.  
En la ciudad de San Pablo aumentaron de 11 a 40 los casos positivos autóctonos selváticos.
“Las personas adquirieron la enfermedad en un ambiente selvático, no tenemos circulación del virus en las ciudades, aunque sí en el ámbito de selva o semi-selva donde no habita el urbano Aedes aegypti; pero es el hábitat de los selváticos Haemagogus y Sabethes que transmiten el virus de los monos al humano”, indicaron del Ministerio de Salud de Brasil.  
Conocidos los nuevos positivos para el arbovirus, el organismo informó que se refuerza la campaña de inmunización.
Al mismo tiempo, se recomienda que todas las personas que ingresen al vecino país estén inmunizados para la enfermedad y acrediten con un certificado. 
Entre febrero y marzo 76 ciudades de San Pablo, Río de Janeiro y Bahía desarrollarán la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla con dosis fraccionadas y estándar y deberán cubrir una población de casi 20 millones de personas. 
Acerca de este operativo de inmunización, el ministro de Salud, Ricardo Barros, explicó que se adoptó la estrategia del fraccionamiento de las dosis para evitar inconvenientes en el abastecimiento del medicamento “como ocurrió en el  primer semestre de 2017”.
Argumentó el funcionario brasileño que: “los estudios demuestran que la vacuna estándar y la vacuna fraccionada tienen la misma eficacia. Este ministerio continuará estudiando y desarrollando estrategias para cuidar a la población”.
La dosis fraccionada es recomendada por la Organización Mundial de la Salud cuando se observa incremento de epizootia (enfermedad infecto contagiosa en animales) y fiebre amarilla humana de forma silvestre con gran posibilidad de expansión en ciudades muy pobladas 
Dijo Barros que “la única diferencia entre las formas de vacunación es la cantidad de dosis, la estándar protege de por vida (0,5 ml) y la fraccionada (0,1 ml) protege por al menos ocho años, según estudios del Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos”.

Horas de espera
A su vez, los medios de San Pablo muestran que los habitantes deben esperar hasta cuatro y cinco horas de fila en un vacunatorio para recibir la dosis. Y que en casos, se termina el fármaco y deben volver cuando el centro de inmunización recibe nuevos lotes. 
Un desafío de las autoridades es evitar que la fiebre amarilla se urbanice. El titular de Salud, Barros recordó que todos los casos de fiebre amarilla a la fecha fueron transmitidos en el ámbito selvático por medio de vectores de los géneros Haemagogus y Sabethes.
“El último caso de fiebre amarilla urbana que registró Brasil fue en 1942. De junio de 2017 a la fecha tenemos 381 casos notificados con sospecha de fiebre amarilla en todo el país, 92 permanece en estudio, se confirmaron 50 casos positivos y 23 fallecimientos”.
En sitios selváticos el virus se expande cuando los mosquitos pican a los monos y causan gran mortalidad en estos animales. 
La fiebre amarilla se urbaniza cuando una persona toma el contacto con el virus en zona de monte, es decir le pica un mosquito selvático que previamente picó a un mono enfermo. Ya en la ciudad, la persona es picada por un Aedes aegypti que se alimenta de la sangre infectada, cuando vuelve a picar a alguien sano, le transmite el virus. En este caso la enfermedad se expande más rápido, ya que el vector es doméstico y convive con los humanos. 
La fiebre amarilla es vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados, define la OMS. Los pacientes suelen presentar ictericia y otros síntomas frecuentes son fiebre, cefaleas, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.
Se estima que el 10% de los casos pueden agravarse y, aproximadamente la mitad de estas personas que hacen cuadros complejos fallecen en un plazo de 7 a 10 días. En Brasil, además de la fiebre amarilla, son problemas actuales de salud pública, el dengue y zika. 

Sin circulación en Argentina 
En Argentina no hay evidencia de circulación fiebre amarilla ni otros arbovirus, señalaron las autoridades de Salud. 
En el marco de la vigilancia de febriles, se estudiaron 162 pacientes para fiebre amarilla desde enero de 2017 a la fecha, todos resultaron negativos. También se analizaron posibles epizootias de fiebre amarilla en cuatro primates no humanos, de Corrientes, Formosa, Jujuy y Misiones. Todos fueron descartados.

Diez días antes de arribar 
El brote de fiebre amarilla silvestre que vive el vecino país, destino preferido de los argentinos para vacacionar, obliga a los viajeros a tomar precauciones y entre ellas se recomienda la colocación de la vacuna antiamarílica al menos diez días antes de llegar al destino y también, la utilización de repelentes.
Desde el Ministerio de Salud Pública de Misiones, señalaron que las autoridades brasileñas no exigen a los argentinos la vacuna como requisito excluyente para entrar a su territorio, sin embargo el Ministerio de Salud brasileño sí advierte que es mejor contar con la vacuna al menos 10 días antes y acreditar con un certificado.
La vacuna contra la fiebre amarilla es la manera más eficaz de prevenir la enfermedad, ya que no hay tratamiento y puede ser grave. Además, los municipios brasileños frente a la expansión de la enfermedad optan por pedir a los visitantes que tengan la vacuna, lo mismo hacen las agencias de viaje y las aerolíneas. 
Se aconseja tener la dosis a quienes viajen a Bahía, Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Paraná y Santa Catarina. 
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