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Artistas plásticas de Puerto Rico piden más lugares donde exponer

miércoles 14 de marzo de 2018 | 6:00hs.
Mantener el oficio y las temáticas elegidas, algunos desafíos.
La concreción de la muestra Nosotras Proponemos puso en relieve, más allá de la expresión genuina de las artistas plásticas de Puerto Rico, usos y prácticas que perduran a pesar del paso del tiempo. Reunidas en el Paseo Mi Solar, Silvia Heuer, Betty González y Gabi Roldán accedieron a dialogar con El Territorio. Cada una de ellas con varias décadas de experiencia y vínculo con la pintura, valoraron la práctica como una posibilidad de expresión, que incluso resulta terapéutica.
“El mandato familiar decía que había que ser contador. Fui a estudiar eso, pero solamente por un tiempo”, revela Silvia.
Gabi, que desde hace un tiempo expone sus obras en salas de espera de una clínica céntrica, cree que “el artista debe manifestarse y mostrar su impresión. Tengo una faceta surrealista y me considero una artista social”. El paisaje de Misiones y la figura humana o el desnudo son temáticas que la interpelan, además de la justicia y la desigualdad: “Pertenecer a un colectivo de mujeres en pos de la lucha contra las desigualdades y además seguir solicitando espacios para el arte de las mujeres es maravilloso, el arte definitivamente educa”.
Betty es de Córdoba, pero llegó desde La Pampa hace casi 20 años. “Yo pinto abstracto, pasé por todas las técnicas y todos los estilos y lo que pinto es realmente lo que siento”, acota.
Inevitablemente mencionan al Museo Raíces de Puerto Rico, que está cerrado al público. Allí hubo una iniciativa para que los cuadros puedan ser expuestos y de hecho se hizo en ese espacio una instalación de luces especiales y otras obras. Pasado un tiempo extraños robaron parte de esa instalación eléctrica y las pintoras decidieron no dejar nunca más sus obras: “Dejó de ser una alternativa de exposición y cada una optó por otros espacios”.
La comercialización de los cuadros también es un tema inevitable: “A nuestra sociedad, en Puerto Rico, le cuesta muchísimo comprarte una obra, pero fuera de la ciudad nuestro arte es valorado y nos pagan las obras. Incluso saliendo de acá ya mejora el mercado”, dice Heuer.
Gabi reconoce que sus desnudos también son difíciles de vender, pero no dejará de hacerlos después de tantos años de perfeccionarse.
La muestra permanecerá en el Paseo Mi Solar hasta el viernes, con acceso libre y gratuito y guía de las propias artistas a los visitantes.
Las artistas plásticas de la región se propusieron lograr un espacio propio y adecuado para vincular a la comunidad con la pintura, la escultura y otras tantas expresiones artísticas hechas por mujeres.
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