Angustiosa espera por evolución del gendarme misionero baleado

jueves 26 de abril de 2018 | 5:00hs.
Angustiosa espera por evolución del gendarme misionero baleado
Angustiosa espera por evolución del gendarme misionero baleado
La familia y los compañeros de  trabajo del gendarme misionero Hugo Mereles, baleado el pasado lunes en la localidad bonaerense de Moreno, aguardan con angustia en el Hospital Churruca los informes médicos sobre su estado y piden oraciones por su pronta recuperación. 

El Territorio estuvo ayer en el Hospital Churruca, ubicado en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, adonde el efectivo llegó el lunes por la tarde en un helicóptero sanitario, después de haber recibido dos impactos de bala en la cabeza durante un operativo de persecución a tres delincuentes que intentaban secuestrar un camión de bebidas en el oeste bonaerense. 

El gendarme misionero se encuentra internado en el servicio de terapia intensiva del sexto piso del hospital policial y, según el último parte médico brindado ayer al mediodía, “es un paciente de pronóstico reservado al que se evalúa luego de una operación de craneotomía descompresora y plástica con evacuación de hematoma y colocación de catéter intracraneal”. 

El mencionado informe agrega que el gendarme de Colonia Delicia - Mado “se encuentra con asistencia respiratoria mecánica, en un coma farmacológico inducido con monitoreo de la presión cerebral y hemodinámicamente estable”. En resumidas cuentas, pelea por su vida. 

Los padres de Mereles, Juan Arturo y María Ramona Galeano, junto a dos de sus hijos, aguardan las novedades sobre la evolución del paciente. “Nadie está preparado para ver a un ser querido en una terapia intensiva. Estamos todos muy angustiados pero con fe en que Dios nos escucha y todo saldrá bien. Agradecemos a toda la gente que nos acompaña en este doloroso momento y esperamos su recuperación”, señalaron desde el núcleo familiar a este medio. 

Una vida al servicio de la patria

Según se pudo reconstruir, Hugo Mereles tiene 33 años y es  el mayor de nueve hermanos. A los 19 años dejó su pueblo misionero para ingresar a Gendarmería Nacional. 

Como consecuencia de la decisión del gobierno nacional de trasladar gendarmes que cumplían funciones en la frontera hacia el conurbano bonaerense, desembarcó en el 2008 al Escuadrón V de la fuerza, ubicado en la localidad de Moreno, a 40 kilómetros   de la ciudad de Buenos Aires.  

Vive actualmente en Merlo junto a su esposa y dos hijos menores de edad.   

Los compañeros del Escuadrón 5 de Gendarmería Nacional también están presentes en el Hospital Churruca a la espera de las novedades médicas. “Ahora sólo queremos que nuestro colega se reponga de esto y vuelva a estar con nosotros. Todavía estamos muy conmovidos con lo que pasó. Hugo es un gran compañero y sabemos que tiene una hermosa familia e hijos que están esperando que se recupere”, resaltaron los que acompañan a la familia Mereles en este difícil momento.

Violencia extrema

Como se informó en la víspera, el enfrentamiento armado del cual resultó herido el misionero ocurrió el lunes a la siesta, sobre la calle España y ruta 25. Hasta ese lugar llegaron los gendarmes tras una denuncia que alertó que un repartidor de bebidas estaba siendo asaltado por tres delincuentes armados que se movilizaban en una Kangoo.

El personal se acercó y al corroborar lo que sucedía dio la voz de alto, momento en que los asaltantes huyeron de la escena, dando paso a una persecución a través de la colectora y hasta llegar a la intersección de las calles Colombia y Victoria, donde dejaron su vehículo.
Mediante los vecinos del lugar los oficiales supieron que los malvivientes se habían dado a la fuga: dos por calle Colombia y uno por Victoria. A través de eso se logró la aprehensión de Oscar Raúl Tosi (45), con varios antecedentes por robo y armado con una pistola 9 milímetros marca Bereta, indicaron los voceros. 

Un segundo delincuente ingresó por los fondos de una vivienda, seguido por el misionero Mereles, con quien intercambió varios disparos. Tal es así que el efectivo recibió dos impactos de bala en el cráneo quedando tendido en el lugar, mientras que su atacante intentó continuar con el escape.

A 200 metros, el agresor le sustrajo el automóvil Ford Ka a un hombre, pero mantuvo un nuevo cruce con personal de apoyo que había llegado a la escena y resultó abatido dentro del habitáculo. 

Por Daniela Cortés
fojacero@elterritorio.com.ar