2018-07-15

La Palita pasa sus horas de encierro con angustia y leyendo la Biblia

Lejos de las ínfulas que la caracterizaban en su vida social, Luisa B. (61), alías La Palita, sospechosa por el homicidio de su concubino César Oscar Paganeto (65), atraviesa sus días de encierro con evidente angustia y leyendo la Biblia, según comentaron fuentes de la Seccional Segunda de Oberá, donde permanece detenida por orden de la jueza de Instrucción Uno, Alba Kunzmann de Gauchat.

La mujer está acusada de homicidio calificado por el vínculo y en los próximos días sería indagada por la magistrada que en entiende en la causa.
El informe médico preliminar descartaría el diagnóstico de enfermedad mental que trascendió en las horas posteriores al hecho. En tanto, la acusada padece diabetes y es insulinodependiente, aunque por el momento su atención está garantizada en la sede policial.

Las circunstancias del asesinato del aduanero Paganeto generaron una enorme conmoción en esta ciudad, donde era muy conocido, al igual que su pareja 
La autopsia determinó que la víctima falleció de dos disparos de un arma de grueso calibre.

El primer tiro produjo la muerte, ya que ingresó por la axila del brazo izquierdo, atravesó el tórax y afectó el pulmón y el corazón. Un segundo proyectil ingresó por el abdomen y atravesó el hígado.

El informe del forense también determinó que la víctima trató de defenderse o se rindió ante el agresor, levantando los brazos, como indica el recorrido de la primera bala.

También se estableció que el deceso se produjo por lo menos cuatro horas antes del hallazgo del cuerpo. No se descarta el autor material del hecho y algún presunto cómplice hayan tratado de deshacerse del cadáver, aunque pudieron haber chocado contra la gran envergadura de Paganeto. 

Solía andar armada
En lo que coincidieron varios allegados es que la acusada era celosa, tenía mal carácter y siempre andaba armada. Respecto al móvil, para los investigadores hay dos hipótesis principales: el pasional y el económico, los que al mismo tiempo se entrelazan.

El primero tendría sustento en los celos que evidenciaba la acusada, ya que padece un importante grado de obesidad y se sentía muy limitada, confiaron.
Incluso, desde hace muchos años contaba con la asistencia de un chofer.

Según allegados a la pareja, la mujer constantemente revisaba el celular de su concubino y le recriminaba que pasaba mucho tiempo afuera de la casa, aunque en muchos casos su ausencia se debía a su trabajo como aduanero en Alba Posse.

En cuanto al móvil económico, varios testimonios coincidieron en que la pareja poseía un importante capital, producto de años de trabajo y buenas inversiones. 
“Ella siempre fue muy hábil para los negocios. Incluso, es sabido que prestaba plata con intereses altos, pero era plata de los dos”, confió un conocido de la pareja.
Además, afirmó que la mujer siempre andaba armada por protección, aunque no precisó si usaba un revólver calibre 38 como el hallado en la escena del crimen. 

El hallazgo
Según confirmaron vecinos y conocidos, hacía tiempo que Paganeto y La Palita se llevaban mal y las discusiones iban en aumento. Incluso refirieron que la mujer ejercía violencia sobre su pareja, pero él no la denunció por pudor.

El lunes pasado, alrededor de las 22.30, la mujer llamó a un servicio privado de emergencias médicas y refirió que se sentía mal. Al arribar la ambulancia salió de la casa por sus propios medios y solicitó su traslado al centro de salud.

Ya en dicha sede, Báez comentó que su marido se hallaba sin vida en el mismo domicilio, pero no precisó las circunstancias. Fue así que dieron aviso a la Policía y se constó el hecho, ubicando a la mujer como la principal sospechosa del homicidio.

El martes al mediodía la jueza Kunzmann de Gauchat ordenó el allanamiento de la propiedad de Cabo de Hornos y Domingo Berrondo, donde la Policía encontró un revólver calibre 38 con cuatro balas y dos cápsulas percutadas.

También se determinó que ninguna puerta ni ventana de la casa fue forzada. 

Las dudas

Asimismo, los investigadores del caso no descartan la participación de un tercero, ya que parece poco probable que La Palita haya podido entablar una lucha cuerpo a cuerpo con su marido, como se especuló en un principio, cuando fuentes del caso indicaron que tanto la sospechosa como en el cadáver de la víctima presentaron rastros de pólvora en las manos. Los mismos voceros aclararon que el test de parafina no constituye una prueba concluyente, ya que la misma puede reaccionar a diversos elementos. En tanto, resta analizar las huellas encontradas en el revólver calibre 38 hallado en la propiedad de la pareja, sobre calle Cabo de Hornos y avenida Domingo Berrondo. También será importante cotejar los plomos extraídos del cuerpo de la víctima con el cañón del arma, lo que confirmaría si las balas que mataron al aduanero salieron o no del mismo 38 secuestrado el martes.

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