“A medida que vamos viendo, nos damos cuenta de los errores o falencias de esos expedientes”

domingo 17 de junio de 2018 | 6:00hs.
Sena, con un despacho de puertas abiertas para agilizar trámites.
Sena, con un despacho de puertas abiertas para agilizar trámites.
La delgada pared que separa el sector de atención al público y el despacho del magistrado representa una estrategia utilizada por el juez Roberto Antonio Sena para no perder de vista el movimiento de sus empleados, pero fundamentalmente para monitorear y escuchar eventuales reclamos que puedan plantear abogados o vecinos que llegan a reclamar justicia.
El juez, como el fiscal Jorge Francisco Fernández (ver página 6) afirman que tienen una dependencia judicial de puertas abiertas. Sostienen que tomarse unos minutos más para escuchar a los abogados o víctimas, les permiten muchas veces agilizar las causas.
Tanto Sena como Fernández, desempeñan actividades en el mismo predio ubicado sobre la calle Sarmiento 251, en Puerto Rico.
Aunque cada uno, como corresponde, tiene su despacho, ambos atendieron a El Territorio en la dependencia del juez.
Si bien sus funciones son diferentes, por lo extenso del territorio de la Cuarta Circunscripción Judicial decidieron estar presentes en todos los procedimientos más importantes y para ello, suelen alternarse o distribuir tareas de manera geográfica.
Esto les permite que cuando ambos no pueden concurrir por cuestiones de lejanías u otros compromisos, siempre uno esté presente en el lugar de los hechos. Esto no siempre sucedía con Éctor Acosta y cuando lo hacía, su presencia no siempre dejaba tranquilos a los investigadores.

Doctor Sena, usted está subrogando el juzgado de Puerto Rico hasta que se ponga en funcionamiento la dependencia de Jardín América. ¿Con qué situación se encontró al asumir?
Nos encontramos con una situación realmente compleja, un juzgado con atraso de varios años. Con causas complejas que estaban virtualmente paralizadas y que hoy estamos intentando darle el impulso necesario como para que la sociedad encuentre respuesta a las denuncias.

¿Encontraron causas paralizadas y muchas desprolijidades durante el proceso?
Sí. Hay muchos expedientes en que hay cuestiones que no fueron planteadas de entrada y son elementos de pruebas que por ahí, llegado el momento, no se va a poder contar en la causa para llegar a una resolución definitiva. Son cuestiones de criterio de quien en su momento llevaba adelante la instrucción y no realizaba conforme a derecho los pasos necesarios para que las causas lleguen a una instancia definitiva.

¿Qué pasa con las causas atrasadas, como las del 2005 y otras? ¿Cómo hacen para reactivarlas?
En principio, el doctor Fernández como yo debemos respetar la ley. En ese sentido, si las causas están prescriptas tenemos que darles trámite correspondiente. Ahora, si los términos todavía nos permiten seguir investigando, aceleramos lo más que podemos le damos prioridad a esas causas para evitar que prescriban y que se puedan llegar a un juicio oral y podamos determinar la responsabilidad de los autores.

Teniendo en cuenta que ingresan alrededor de 3.500 causas por año. ¿son muchas las causas que se fueron acumulando?
Sí, es una cifra que no podría determinar precisamente. Pero teniendo en cuenta ese número de que alrededor de 3.500 causas ingresan por año al juzgado, es un número más que importante el de causas paralizadas.

¿Esas causas paralizadas carecen de sustentos en muchos casos?
Realmente en el tema del por qué están paralizadas, no podría llegar a determinar cuál fue el criterio de la persona que estaba anteriormente a cargo del juzgado. Sí a medida que la vamos viendo, nos damos cuenta de errores o falencias que podrían tener cada uno de esos expedientes. En ese sentido, intentamos hacer todo lo posible para que se pueda llegar a juicio oral o eventualmente -si no corresponde- terminar con la incriminación y otorgarle el sobreseimiento o falta de mérito si corresponde.

A partir de la presencia de ustedes como nuevos integrantes de este cuerpo judicial, ¿los vecinos se han acercado más a esta dependencia pidiendo justicia?
Sí, nosotros tenemos el criterio de atender a la gente. Tenemos un juzgado de puertas abiertas. En ese sentido, acá se recibe tanto a los defensores como a las víctimas que quieran hablar, se los escucha e intentamos darles una solución rápida, una respuesta al planteo que nos exigen. Lo que no significa que con ello van a torcer nuestra decisión y solicitar un apartamiento a lo que corresponde aplicar.

Ante los atrasos de causas en este juzgado, ¿cuánto tiempo demandaría poner al día las causas atrasadas?
En líneas generales, poner al día va a resultar una tarea realmente ardua y muy compleja. Hoy por hoy, con la cantidad de personal que está disponible para trabajar en el juzgado prácticamente para darle trámites a las causas con detenidos, actualmente están empezando entre seis a siete causas a diario –no significa que sean todos con detenidos–, pero la urgencia de tener una persona privada de libertad requiere que pongamos todo el esfuerzo para solucionar ese problema. Amén de ello, creo que una vez que esté en funcionamiento el juzgado de Jardín América va a descomprimir mucho a este juzgado porque todos los delitos que se cometan en la zona que le correspondan, quedarán en el juzgado de Jardín América. Con ese panorama tal vez a la persona que le toque ingresar a este juzgado le llevará entre tres a cuatro años ponerlo al día. Ya sin los ingresos de las causas que vendrían de aquella zona. Poner al día va a requerir un esfuerzo bastante importante de parte nuestra y del que viene.

Usted pudo avanzar en todas las causas actuales. ¿Lo hace con la misma cantidad de asistentes?
El único ingreso nuevo, desde hace un mes, fue de un secretario que me va acompañar en Jardín América.
Fue una solicitud al Superior Tribunal de Justicia justamente para que empiece a ambientarse lo que es el ámbito del Poder Judicial y lo que es el manejo administrativo. Desde el Superior nos dieron una mano muy grande, nos sentimos apoyado por ese tema y sobre todo intentan solucionarnos lo más posible las cuestiones que les planteamos. Pero estamos en una situación económica que es de público conocimiento que impide nuevos ingresos al Poder Judicial. Medianamente con la gente que tenemos y algunos movimientos internos que se hicieron, afrontamos este desafío e intentamos darle solución lo más rápido posible.
Así que es prácticamente con la misma cantidad de gente pero creo que con un cambio de paradigma en la forma de trabajar. Porque tanto el doctor Fernández como yo somos del criterio que tenemos que cumplir los plazos a rajatabla, lo que nos impone el Código de Procedimiento. Entonces, medianamente las causas que se ponen a despacho en el día se firma y del mismo modo, se le dan curso a los trámites y notificaciones, para que avance lo más rápido posible. Y lo mismo el doctor Fernández, en caso de tener la causa detenidos, en el mismo día, lo contesta. Eso nos permite activar y agilizar mucho los expedientes.